Prólogo
La predominancia de lo instantáneo
 
Las vueltas impredecibles, o memoriosamente circulatorias, de la vida ha acabado de poner al rock en su lugar: antes endemoniado, ahora es —o pareciera serlo— redentor en las músicas del mundo por su voluntaria, o involuntaria, injerencia participativa en sus estructuras íntimas a veces sin  afectarlas en lo mínimo, otras reconstruyéndolas y en algunas ocasiones desfigurando o distorsionando, sí, las concepciones intestinas que las nutren, o nutrían. De ahí que en su comienzo, proviniendo el rock del naciente imperio anglosajón después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), fuera combatido por considerárselo instrumento colonialista o profusamente colonizador. La década de los sesenta fue motivo de perturbaciones, acomodamientos, integraciones y definiciones en el planeta. El rock, de un modo o de otro, estuvo prácticamente en medio —de manera directa o indirecta, no sólo por la música que lo contenía sino, asimismo, por sus actitudes, contestaciones, impugnaciones, rebeldías, apreciaciones,  radicalismo, ingenuidades— de estas discusiones (atemperaciones, conflictos, entretelones, moderaciones, intolerancias, empoderamientos), ideológicas o no, sobre todo en las naciones denominadas primermundistas pero también en las que estaban, o todavía están, en vías de desarrollo. La cultura siempre ha sido un factor determinante en las contiendas mundiales. Ahora que el rock ha sentado sus bases luego de medio siglo de transformaciones y metamorfosis en la humanidad, las tesis se encaminan hacia direcciones inéditas debido principalmente a las inventivas tecnológicas. La artesanía, por ejemplo, comienza a menoscabar su importancia por la preponderancia novedosa de lo intangible: como ya todo está en los aparatos digitales, el disco, como algo que se tienta, como algo visible, comienza a decantarse. Lo instantáneo suple a los trabajos de largo aliento, la momentaneidad no cabe ya en los proyectos permanentes. La música no tiene futuro en una estrategia perdurable si no puede resumirse en una sola canción la expresión totalizadora. ¿Acaso por eso mismo el rock está ya contenido en todas las músicas?
Víctor Roura